Los primeros pasos de la educación emocional
Para que los niños/as sepan disfrutar al máximo de los momentos de felicidad y posean recursos para manejar el malestar emocional es necesario que sepan identificar y gestionar sus emociones.
Los padres, educadores y profesionales, somos los que le vamos a enseñar al niño/a cómo hacer esto. Por lo tanto, nosotros somos los primeros que tenemos que aprender a identificar y canalizar nuestras propias emociones. ¡¡Ufff, qué difícil parece!!. Pero no lo es tanto. Si educamos a nuestros niños/as emocionalmente conseguiremos:
Y sobre todo va a ayudar a desarrollar la conducta empática de los niños/as: es importante saber cómo nos sentimos, pero igual de importante es saber cómo se sienten los demás. Si queremos lograr un mundo más humanizado en el que el respeto por uno mismo y por los demás sea la base de nuestra sociedad, es imprescindible comprender las emociones de otras personas. Nuestro objetivo va a ser que los niños/as sean capaces de verbalizar cómo se sienten: cuando estén contentos, tristes, enfadados o tengan miedo, y dotarles de estrategias y recursos personales para manejar dichas emociones de manera saludable. No es cuestión de controlar la emoción, sino de que aprendan a canalizarla, porque todas las emociones tienen su sentido en el desarrollo del niño/a. Todas las emociones son válidas si se expresan de la manera correcta en el momento adecuado. En Emociona-T tenemos los trucos necesarios para conseguirlo. Bajo la supervisión de nuestra experta psicóloga en emociones, Victoria Martínez, iremos desentrañando este mundo mágico dándoles a los niños los recursos necesarios para conseguir su propio máster en inteligencia emocional antes de llegar a la pre-adolescencia. |